Escasez total

San Lorenzo paga todos los errores y la falta de gestión dirigencial con un plantel que no puede ofrecer mucho más de lo que muestra.

Si los “refuerzos” llegan tarde y con el torneo empezado, no hacen pretemporada y entonces se cansan más y, por ende, hay que rotarlos. Así es como hoy Hernández reemplazó a Campi, a pesar de tener la cancha al revés por su perfil, y en el doble cinco apareció Martegani, porque Méndez no llegaba bien según el técnico. Y el “mal de Martegani” hoy le picó a Fernández Mercau, que decide no jugar, y ahí hay que poner a Silva. En definitiva, así es mucho más difícil armar algo sobre una mala base. Y en eso está Insúa, con sus ideas. Para colmo de males, el goleador del equipo erra su segundo penal del torneo por no atinarle al arco. Si hay poco y no tan bueno, no te podés dar el lujo de desperdiciar la jugada más favorable que otorga el fútbol.

Todo lo antedicho es una sucesión de inconvenientes y palos en la rueda que se autogestionó el club. Esto repercute, obviamente, en el  nivel futbolístico que puede exhibir. A ese fútbol, le caben las decisiones del DT y la impronta de los jugadores. En el área de San Lorenzo puede cabecear cualquiera que se anime a saltar y esto viene pasando hace varios partidos (lo más preocupante es que en el inmediato anterior, contra Unión y también de local, ocurrió; o sea, la corrección debería estar fresca). Todos los errores individuales, que hoy fueron muchos y varios de Bareiro, en el acumulado se pagan con puntos. Ni siquiera la diferencia numérica supo aprovechar San Lorenzo. La doble tapada de Torrico es la imagen viva de una defensa desconcertada que doblando en gente a los atacantes, no los encuentra.

Mucho para mejorar: el equipo no estuvo a la altura de un público que volvió a acompañar a pesar de las dificultades que ofreció el día.