San Lorenzo y River fue 0-0, pero el que ganó un punto fue el visitante.
Lo primero a resaltar del primer tiempo de San Lorenzo, en mi opinión, es el hecho de haber jugado de igual a igual contra un rival que formó a 3 del plantel campeón del mundo, más Enzo Pérez finalista en 2014, más todos los millones que sostienen a Borja, Diaz, Galoppo, Driussi y que no se notara casi. Ver a Báez ganándole a Montiel, a Herrera con Acuña y forzando los revolcones de Armani no sé si muchos lo esperábamos, máxime cuando las dos primeras presentaciones nos mostraron un equipo más de control y precaución que uno de golpe por golpe. San Lorenzo tuvo esas dos jugadas: el gol anulado y el cabezazo de Cuello, tras gran centro de Cerutti. Y Gill volvió a brillar en el tiro de Borja, la que siguió al travesaño de Diaz y no mucho más. Todo lo que Reali luchó los primeros minutos se apagó en los últimos 15’ y entonces Irala con Tripichio perdieron casi siempre contra el doble 5 visitante y los retrocesos de Lanzini. Firmes los centrales y el travesaño del arco de la popular visitante, bien los laterales; incluso Herrera se animó a ese tiro bajo y cruzado cuando sus compañeros no le dieron mucha opción de pase. Cuello, que se pelea con todos, la tiene brava al punto de tener que jugar de espaldas con el sol clavándose en los ojos y desgasta enormemente a los defensores adversarios. Irresponsable Cerutti yendo al piso sobre el lateral estando amonestado, pero buen primer tiempo del equipo en general. Vuelvo sobre el comienzo: qué maravilla el fútbol igualando a dos clubes con dos realidades tan antagónicas.
Vombergar por Cerutti, esta vez, para arrancar la segunda mitad. Furiosos 13’ del Ciclón llevándose por delante a River. Centros filosos y la bomba de Braida que explotó en el travesaño de Armani; fue un jugadón y una gran sesión atrás de Cuello. Después de esa ráfaga emparejó River y hasta la pausa de hidratación recuperó pelota y algo de terreno. No le vimos la cara a Gill, pero en una ventana Gallardo metió a tres tipos figuras de torneos: Nacho Fernández (multicampeón en Núñez), Aliendro (figura en Colón y el Deca) y Colidio (de los mejores delanteros del pasado torneo). Nos tiraron todo el presupuesto del Mundial de Clubes encima. Enzo Pérez sintió una molestia y entró Rojas (figura del Racing campeón). San Lorenzo es un monoambiente sin ventanas. ¡Qué partido de Braida! Cuánto mejoró Irala… Cechini por Cuello exhausto, un ventiluz de Russo. A los 41’ debió terminarse el partido con la jugada de, me pongo de pie, Herrera con un caño de pisada a Nacho y posterior apilada doble. No prosperó, pero habla del nivel de confianza del equipo. Y la gente tomó nota: a los 43’ rugió VAMOS, CICLÓN, VAMOS! mientras ingresaban Ladstatter y Nery. Dieron 4’ y el partido mantenía la tensión. Alta y con calor. El motor que no parecía perder energía era el de Malcom. Y en la última no pudo ser: centro del Zorro y despeje de Diaz.
Partido de equipo serio el de San Lorenzo. Concentración alta, marcas férreas, jugadas de gol para los de Russo que dieron holgadamente la talla. River no pateó al arco en todo el segundo tiempo y Gill volvió a cerrar su arco (sexta valla invicta).