En busca de la localía

El actual formato del torneo argentino abre un abanico de posibilidades para muchos equipos. Con una buena racha de resultados, cualquiera puede meterse entre los ocho primeros, clasificar a octavos de final y, con un poco de eficacia en las tandas de penales, incluso gritar campeón, aunque empate en todos los cruces.

En ese contexto, San Lorenzo ya logró clasificarse holgadamente, a falta de tres fechas para el cierre de su grupo. El equipo de Miguel Ángel Russo se enfoca ahora en terminar lo más alto posible en la Zona B, con varios objetivos en mente, como por ejemplo, acercarse a los puestos de copas internacionales de cara a 2026. Pero en el corto plazo, el foco está puesto en algo más concreto: terminar arriba para definir los play-offs como local.

En un fútbol argentino sin público visitante, la localía cobra un valor diferencial. Jugadores y cuerpo técnico lo tienen claro, y así lo expresaron tras la victoria ante Atlético Tucumán: Russo, Tonga Hernández, Muniain, Vombergar, Tripichio, Báez… todos coincidieron en lo vital que es seguir jugando con la gente en el Pedro Bidegain. Y los números respaldan esa idea: San Lorenzo disputó 7 partidos como local, de los cuales ganó 4 (ante Talleres, Platense, Racing y Atlético Tucumán), empató 2 (frente a River y Lanús) y perdió solo 1 (ante Independiente).

Además, el rendimiento en casa es sólido en defensa y efectivo en ataque: recibió apenas 6 goles y convirtió 9 en esos encuentros. Así, el Nuevo Gasómetro se consolida como una verdadera fortaleza azulgrana, un factor clave en un torneo que se define en mano a mano y en el que la localía puede marcar la diferencia.