El futbolista Nahuel “Perrito” Barrios, volante de San Lorenzo actualmente a préstamo en Barracas Central, se encuentra hospitalizado y detenido tras ser acusado de protagonizar un tiroteo durante un torneo relámpago en Dock Sud, su barrio natal en Avellaneda. El incidente ocurrió en la noche del sábado en el Playón Deportivo de Villa Tranquila, donde el jugador asistió para ver a un primo que participaba en el evento.
Según reportes, el encuentro, en el que se suele apostar dinero, derivó en una pelea que escaló rápidamente hasta el uso de armas de fuego. Testigos señalaron a Barrios como el responsable de haber disparado primero, lo que llevó al fiscal de la UFI 4 de Avellaneda a ordenar su detención por los delitos de abuso de arma de fuego y amenazas. El futbolista, de 27 años, resultó herido con un disparo en el muslo izquierdo y fue inicialmente atendido en el Hospital Fiorito, para luego ser trasladado a una clínica privada en Capital Federal, donde permanece bajo custodia policial.
Desde el entorno de Barrios, sin embargo, aseguran que el jugador no efectuó disparos, sino que intentó separar a los involucrados en la gresca, en la que participaba su primo Santiago Barrios. “Nahuel fue a separar y en medio de eso alguien del otro lado sacó un arma y empezó a disparar. De hecho, él es uno de los heridos”, afirmó una fuente cercana al futbolista a Infobae, quien también pidió revisar las cámaras de seguridad para esclarecer los hechos.
El tiroteo dejó otras dos personas heridas: Leila García, de 24 años, con cuatro balazos en ambas piernas, y Pablo Nicolás Godoy, de 30 años, con dos disparos en la pierna izquierda. Ambos fueron trasladados al Hospital Fiorito.
Barrios, quien aún no ha prestado declaración, deberá presentarse este lunes ante la UFI 4 de Avellaneda para aclarar su situación, una vez que reciba el alta médica. Mientras tanto, San Lorenzo, club propietario de su pase, no se ha pronunciado oficialmente, y su futuro contractual podría depender de la resolución judicial y el contexto disciplinario.
El Perrito, surgido de las inferiores de San Lorenzo y con un pasado en Central Córdoba, es una figura querida en Dock Sud, donde creció en un entorno humilde junto a diez hermanos y una madre soltera. Su carrera, marcada por el esfuerzo y el talento, se ve ahora opacada por este escándalo que sacude al fútbol argentino.