Desahogo clásico

En un partido muy caliente, como todo clásico, San Lorenzo sacó chapa de la paternidad y le ganó nuevamente a Huracán, que venía peleando el torneo. 

La tarde en el Bidegain comenzó de la mejor manera posible, ya que tan solo a los 2’ minutos de juego el Ciclón pegó primero con un golazo de afuera del área del “Pocho” Ezequiel Cerutti. Un remate rasante y muy esquinado que se coló por el palo derecha del arquero Chaves que poco pudo hacer. La cortina de Bareiro, que se llevó al defensor y tapó la vista del 1 de Huracán, fue un factor clave en el gol que abrió la tarde. La cancha se vino abajo y los jugadores de San Lorenzo se contagiaron para no dejar ninguna pelota por perdida en los primeros minutos. Estando en desventaja, fue el visitante quien se hizo dueño de la pelota pero no generó demasiado peligro para el arco de Batalla. Los minutos pasaban y San Lorenzo apostaba a recuperar y salir rápido de contra, mientras que Huracán intentaba atacar por la izquierda a las espaldas de Giay y a manejar el balón en la mitad de cancha con Hezze y Fattori. 

Luego de la primera media hora de juego, el local agarró un poco más la pelota pero perdió profundidad en ataque donde lo más peligroso eran las jugadas personales de Bareiro y la sociedad Barrios y Méndez. A falta de 5 minutos, y luego de un par de jugadas reclamadas por falta en el área al delantero de Huracán Matías Cóccaro, la visita remató al arco con la subida de Soto que contuvo en un tiempo Augusto Batalla. Fue un primer tiempo más hablado y disputado, que bien jugado, en el que San Lorenzo se fue con ventaja al descanso. 

El complemento arrancó con Huracán plantado en campo rival pero, al igual que en la primera etapa, la jugada más clara fue para el ciclón: Bareiro con un derechazo inapelable desde atrás de la medialuna reventó el travesaño de Chaves e impedía el segundo tanto azulgrana. 

A los 5’ se produjo el primer cambio ya que salió Jalil Elías por lesión e ingresó el juvenil Francisco Perruzzi. 

La primera polémica de la tarde fue el gol anulado a Huracán por posición adelantada de número 7 Cóccaro. 

A los 15’ se produjeron dos cambios más: salieron muy aplaudidos Cerutti y Barrios para que entren Leguizamón y Vombergar. Insua no modificó el esquema pero ajustó la mitad de la cancha y el doble 5 entre Mendez, que estaba con amarilla, y Perruzzi para contener al de Huracán conformado por Hezze y Fattori. 

Ante esto, la visita atacó por los costados y tuvo varias aproximaciones contra el arco rival pero Batalla, bien parado bajo los tres palos, estuvo seguro ante los remates desde afuera. 

Pasada la media hora de juego del complemento, entraron Ortigoza y Martegani por Mendez y Bareiro para que San Lorenzo agote sus cambios y tenga más la pelota. 

Nuevamente una discusión entre los jugadores paró el partido por unos cuantos minutos, y cuando se reanudó Huracan fue con todo a por el empate y San Lorenzo se dedicó a aferra el triunfo con uñas y dientes. 8’ minutos fue lo que se adicionó hasta el final del encuentro que pareció eterno. 

Fue final y delirio absoluto de la gente, los jugadores, el cuerpo técnico y todo el mundo San Lorenzo que, una vez más, hizo lo que marca la historia.