El manager actual del club ya se colgó un par de pequeñas medallas en su breve gestión y marca el paso de las negociaciones entre jugadores y CASLA.
La secuencia lógica del aprendizaje indica que hay que tomar distancia del lugar al que se quiere arribar o regresar y, fundamentalmente, formarse adecuadamente. Por contratiempos u otros factores el club eligió figuras con pasado deportivo exitoso pero sin pergaminos ni capacitación adecuadas. Podríamos decir que apostó en modo Scaloni y salió mal. Y era lo más probable (aunque cómodo), pero quisieron comprobarlo.
Mauro Cetto integró el mismo sub 20 campeón que Pipi Romagnoli, fue campeón de la misma Copa Libertadores, jugó en una liga de segundo orden europeo al igual que el 10, pero tuvo la distancia y experiencia en otro lado. Además de ir en busca de conocimiento al exterior. Yo lo entiendo así, en eso radica su moderado éxito actual. Se oxigenó lo suficiente afuera como para volver mejor. Pipi, en cambio, nunca paró. Lo cual no quita que pueda volver, pero al parecer este no era su momento.
Los dichos en la situación Ramírez a Boca, la recuperación de los hermanos Peralta Bauer, la rescisión de algunos contratos y hasta el nombre del DT, son pequeñas batallas ganadas por el actual manager y creo oportuno darle el mérito que suponen, porque ayudan a lograr un orden y línea de trabajo a seguir. Ojalá siga la sana depuración de lo malo que todavía perdura entre los pasivos del club.