San Lorenzo perdió 2-1 ante Independiente en Avellaneda y suma una derrota más, la sexta en los últimos siete encuentros.
Ya no importa el rival ni quien es el técnico:San Lorenzo sigue igual que antes, jugando mal, perdiendo y sin actitud. El equipo de Boedo se enfrentó a un equipo que estaba en igual de condiciones, con un DT interino. Lamentablemente, el “Rojo” demostró mayor actitud y ganas de quedarse con los tres puntos. En cambio, el equipo de Boedo tuvo solamente 10 minutos de juego, donde llegó el gol de Óscar Romero.

El planteo temerario de Monarriz con 5 jugadores en la línea defensiva, falló durante todo el encuentro: Herrera, Coloccini, Vergini, Arias y Pitton, tuvieron una noche para el olvido. Claro, Silvio Romero se hizo una fiesta junto a Martín Benitez y compañía. La participación de Gaich fue aceptable; de hecho,cuando salió del partido, San Lorenzo no llegó más al arco rival. Lo curioso es: Gol de Independiente (2-1) y el técnico del Ciclón mantuvo la línea de 5 defensores (si así se los puede llamar) y sacó a Gaich para poner a Blandi, pero después sacó a Óscar Romero para ponerlo al Perrito Barrios. La única vez que Monarriz “se la jugó” fue cuando sacó a Vergini por Alexander Díaz, cambio que tuvo que haber hecho con anterioridad.
Para sumarle un «agradable» momento más al partido, Coloccini fue expulsado a falta de 1 minuto de juego. Conclusión: el sábado, en el Gasómetro hay que ganar para cortar con esta (horrible) racha. No será sencillo: nos visitará Argentinos Juniors, un club que suele ser difícil de derrotar y que ademàs llega entonado por una campaña que (muchos) esperábamos que fuera la de San Lorenzo.
