Apelar al milagro y nada más: Liverpool 1-0 San Lorenzo

San Lorenzo fue a Uruguay, desaprovechó todas las pelotas paradas habidas y por haber, y encima lo terminó perdiendo por un error individual de Giay que lo deja prácticamente sin chances de clasificar a Octavos de final. El Ciclón se jugaría un mano a mano con Liverpool para quedar tercero en el grupo F.  

Y llegó nomás el día del debut absoluto del ídolo máximo de la institución de Boedo. Leandro Atilio “Pipi” Romagnoli dirigía su primer partido como Director Técnico confirmado del primer equipo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro y fue, nada más y nada menos, que en la Copa CONMEBOL Libertadores. Sí, aquella que ganó el club, hasta ahora, por única vez en su historia hace 10 años con Romagnoli de jugador y capitán, hoy con el 10 en el banco de suplentes y en otro rol. Un San Lorenzo que llegaba al Centenario de Montevideo con la necesidad de ganar o ganar para acomodarse en el grupo F de la copa y del otro lado estaba un regular equipo como Liverpool de Uruguay.

Ya de entrada, la idea del equipo azulgrana era otra ya que se priorizaba la tenencia de la pelota, el juego por abajo y una salida desde el fondo lo más limpia posible. Además, el equipo se paró de forma distinta en el campo de juego para imponer condiciones de arranque y también con cambio de esquema: 4-2-3-1 salió a jugar el Ciclón con Tobías Medina en la clásica posición de enganche jugando libre por el frente de ataque para tratar de abastecer al único punta Bareiro. Si bien la primera media hora del equipo fue buena (de 6/7 puntos) luego se fue quedando y dejando que crezca el conjunto uruguayo. En cuento a jugadas de gol, San Lorenzo tuvo la primera con un centro-arco de Giay que atajó el golero local en dos tiempos. Y, además, un cabezazo débil de Campi tras un tiro de esquina. El último campeón de Uruguay, sólo podía generar peligro tras una inspiración de su delantero y figura Luciano Rodríguez, aunque colectivamente tuvo una chance a los 35´ minutos que tapó Altamirano y un cabezazo de anticipo al primer palo que rozó el travesaño; después no volvió a inquietar el arco azulgrana. En general, el Ciclón manejó más la pelota sin desesperarse y trataba de ser un equipo corto y de jugadas asociadas, tal cual pedía Romagnoli desde el banco. Aun así, el tramite fue más de ida y vuelta con la mitad de cancha que era sólo de paso y hacía que haya muchas imprecisiones por parte de ambos equipos. Lo último de la etapa inicial fue una fuerte patada de Luján que fue correctamente amonestado y una jugada final que desbordó y tiró centro Giay para un cabezazo bombeado de Braida que cayó en el techo del arco. Redondeando una buena media hora inicial y con una marcha menos en los 15´ restantes, nos fuimos sin emociones al descanso.

Era de esperarse que no haya cambios en el entretiempo y así fue, pero la primera jugada del complemento fue la amarilla del mejor jugador de San Lorenzo: Johan Romaña, quien terminó al límite para no ser expulsado. El partido se hizo aún más cortado y de transición en la mitad del campo. La mejor, y más clara, jugada del equipo llegó a los 55 minutos tras una jugada colectiva, un centro atrás y un remate por debajo de Barrios mano a mano con Guruceaga quien la sacó con sus piernas y de esa atajada, la pelota le cayó a Bareiro que no dudó y remató desde afuera para que su disparo se vaya muy cerca del palo derecho del golero uruguayo y se salve de nuevo Liverpool. Para buscar mejor manejo en la mitad, aunque tenías menos quite, y un cambio de ritmo ofensivo por el sector derecho, ingresaron Remedi y Leguizamón por Perruzzi y Luján (Giay pasó al lateral). Y para buscar ganarlo de manera definitiva entró Herazo por un siempre participativo Medina. Ya el conjunto local no atacaba y la visita estaba lanzada en ataque para los últimos 20´. Sin embargo, el Ciclón tuvo demasiadas pelotas paradas a favor y estas fueron ejecutadas de manera nefasta por todos los que se hicieron cargo, por lo que se desaprovecharon varias chances de gol. Realmente de peligro, pasó poco en el final. Un final que fue penoso, en todo el descuento no la vio San Lorenzo y encima por un error infantil y claro de Agustín Giay perdió el partido y las chances de pasar a 8avos de final. ¿Y ahora? Ahora el equipo tiene que ganar de local alguna vez y aspirar a quedarse con un tercer puesto en el grupo y de mínima clasificar a Copa Sudamericana ya que, de lo contrario, sería otro fracaso más del equipo en lo que va de un durísimo 2024.