San Lorenzo dejó ir el atajo a la Libertadores y una posibilidad de ser campeón ayer en cancha de Morón, ante Tigre, por Copa Argentina.
En la vida, a cualquier nivel y para toda circunstancia, hay dos cuestiones que se refieren a los acontecimientos y permiten analizar con mejor foco: las cosas que dependen de uno y las que uno no puede controlar. Ahora bien, las externas, de todas maneras, se pueden tratar de direccionar o influenciar. Toda la cantinela de la cancha, del vestuario, del terreno de juego y la mar en coche pasa cuando dormís la siesta. Entonces a San Lorenzo le estaban cocinando el estofado y seguíamos enamorados de la gestión gasolera de Damián y la pompa de un empate monumental. Hoy Racing juega en la cancha de Lanús, el barrio pegado a Avellaneda, parece joda. Esta cuestión, toda de la dirigencia azulgrana. Otra vez Tigre y una pizza que se enfría; en fin…
La que tiene que ver, sí, ahora hablando de fútbol es lo que uno puede hacer puertas adentro para achicar el margen de error y combatir lo que venga de afuera… y en ese terreno San Lorenzo también fue una niña inocente de 14 años! Lo de Cuello es lo más lamentable de la tarde en el oeste porque te pone el partido 0-1 mucho más cuesta arriba de lo que estaba. Inadmisible falta de tacto y cabeza. Máxime cuando era evidente que el árbitro te empezaba a inclinar la cancha. Lo segundo es el pecado capital del 2 y el 4, porque Tigre dice “empleados, gracias” y pasa a cobrar por caja un pleno con la última ficha que le quedaba en el paño. En consecuencia, San Lorenzo fue verde en la cancha y afuera. Es mucho, cuando tenés poco. ¿Podemos discutir un visible agarrón hacia el final del partido cuando un hombre de Tigre quiso una camiseta de San Lorenzo antes de tiempo..? Podemos. ¿Quieren suponer que Falcón Pérez decididamente jugó para Tigre..? Ok, pero en 100 minutos en cancha, primer tiempo adicionaron 2’ y en el segundo 8’, el equipo pateó un tiro al arco vía Cerutti de cara a la gente nuestra y tuvo el cabezazo de López en la mejor jugada del partido armada por los de Ayude.
En conclusión, habrá que ajustar algunas tuercas de disciplina y solidaridad para con los compañeros, por un lado. Y en el plano del juego, cabe destacar otra buena tarde de Perruzzi, mordiendo en todos los sectores y siendo el único jugador que recupera y afana rebotes. La situación de Vombergar es de no retorno: no aporta nada y se puso a discutir un foul insignificante cuando iban 6’ de descuento sin más que darle aire al rival y perder el poco tiempo que quedaba. Insaurralde y Herrera hicieron un mal partido y se repite el patrón. Lo otro que se repite, pero para bien, es el aire fresco de los chicos que entran desde el banco: otra velocidad, otra exigencia y un rigor distinto parecen imprimirle al oponente Ladstatter, el mismo López desde el lateral y Salinardi aguantando bochas de espalda.
Jueves a las 19 horas toca Vélez en casa. Segundo partido de local post receso, hay que hacer un gol. No vengo a descubrir nada poniendo sobre la mesa que la búsqueda creativa de cara al arco de enfrente será la materia más difícil a aprobar por Ayude y equipo, porque hay poco material y lo que hay no alcanza en cantidad ni calidad. Pero retomando con los parámetros del modo de analizar, lo interno y controlable lo sabíamos y era conocido; pues, bien, hay que potenciarlo y llevarlo a su mejor expresión posible. Muerta la Copa Argentina, el objetivo debe ser clasificarse a un certamen internacional de forma directa para asegurar entrada de dinero y vidriera.

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