Un día como hoy pero hace seis años, en el Pedro Bidegain, San Lorenzo vencía por 1-0 a Nacional de Paraguay, con gol de penal de Néstor Ortigoza y se consagraba Campeón de la Copa Libertadores por primera vez en su historia.
Tras el 1-1 en el Defensores del Chaco de Asunción, el Ciclón llegaba como candidato a la noche más esperada. No obstante, la visita sorprendió con un planteo audaz, con la presión alta como su principal arma.
Una pelota en el palo del conjunto guaraní generó que el nerviosismo del público local aumentara aún más, pero al mismo tiempo provocó la reacción de los conducidos por Edgardo Bauza.
En consecuencia, a los 36 minutos de la etapa inicial una mano ingenua en el área luego de un intento de centro de Martín Cauteruccio derivó en el penal concretado por el especialista, Johnny Ortigoza.
A partir de ese momento, las 40 mil almas azulgranas explotaron, creyeron como nunca que el sueño podía ser realidad.
Está claro, que Nacional sintió el golpe, en el complemento no fue el mismo equipo, y en consecuencia con Leandro Romagnoli como estandarte, CASLA comenzó a manejar mejor el balón y los tiempos del partido.
En el epílogo, el ingresado Enzo Kalinski se llevó la pelota al banderín del córner, la cuidó como el hincha que es, hasta que el árbitro brasileño Sandro Ricci pitó el final.
La emoción, las lágrimas, los abrazos sentidos pesaron más que la euforia y el descontrol. Los años de espera, las reiteradas cargadas de los rivales habían quedado atrás, San Lorenzo había logrado la cuenta pendiente de su historia, la «histérica» iba a tener una chapita de oro con su nombre para siempre.