La noche del 10 de febrero del 2016 jamás será olvidada por los cuervos. San Lorenzo le ganó la final de la Supercopa Argentina a Boca por 4-0 y así lograr la clasificación a la Copa Sudamericana.
“Óle, Ole, Ole..” caían desde las tribunas del Kempes aquel lunes en Córdoba. San Lorenzo bailaba y humillaba a Boca, demostrando que las finales se ganan con actitud y reafirmando la eterna paternidad hacia el Xeneize.
Tan solo tuvieron que pasar 44 minutos para que el golazo de Belluschi le rompa el arco al ex San Lorenzo, Agustín Orión, que esa noche poco pudo hacer bajo los tres palos del Xeneize. A los 74 minutos del complemento, el gran Pitu Barrientos, cuervo como pocos jugadores, convirtió el segundo gol azulgrana tras un gran pase filtrado de Belluschi.
Boedo buscó aumentar el marcador y nueve minutos después, la zurda de Pablo Barrientos, la colgó en el ángulo superior derecho de Orión y CASLA aumentaba la diferencia y deliraba la gloriosa. Sobre el final, Blandi sentenció el 4-0 y en la docta se bailo cuarteto al ritmo del ciclón.
Esa noche, Pablo Guede mandó estos once al campo de juego: Torrico, Buffarini, Angeleri, Caruzzo, Más, Mussis, Belluschi, Ortigoza, Blanco, Cerutti y Cauteruccio. En el minuto 62 entró Blandi por Caute. El segundo cambio se realizó a los 67, entró el Pitu por Blanco. En el tercer y último cambio, ingresó el Pipi Romagnoli por Cerutti.