La asamblea directiva, inesperadamente, alberga un nuevo sponsor en el club.
¿Quién se pone los pantalones en este momento del club? Nadie está seguro. Pero según consigna la web oficial del club la firma “Perozzi e hijo” ocupará, desde mañana en Lanús, el espacio publicitario que lucen los shorts en la cara posterior. Con todo el respeto a Don Perozzi y sus herederos, primera vez en mi vida que escucho que su marca. Y me cuesta creer que un contrato termine a fin de septiembre con la temporada en curso. Qué sé yo, todavía estaba tratando de entender quién es Ulises Morales y qué o quién le da entidad. Tras hacer varias consultas e investigar, estatutariamente tiene potestad para firmar el sponsoreo. Ahora bien, el criterio o sentido común a mí me da a pensar que alguien que no fue elegido y tiene una posición circunstancial, o de corto plazo, no se puede dar el lujo de rubricar algo hasta diciembre de 2026. Y la realidad, por más bajada de necesidad de liquidez que me quieran vender, es que el costo de oportunidad de poner la casa de electrodomésticos hoy es no poder poner algo mejor mañana.
La cuestión de fondo es que, hoy, esos asambleístas del fondo de las listas aparecen en la escena cuando el club es un fuego y nadie tiene claro qué credenciales e idoneidad los secunda. La cuestión de los shortcitos, entonces, me parece una granada para detonar la imperante necesidad de que las elecciones sean cuanto antes. Porque hace un par de semanas Morales salió a explicar en Líbero, por TyC Sports, que los plazos están escritos pero que en la realidad quizás no son convenientes o fáciles de abordar. Pero, claro, en las últimas horas sale en la foto de los pantaloncitos y toma decisiones. El tiempo, como siempre, pondrá las cosas y apellidos en su lugar.
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No es el propósito juzgar a nadie, tan solo presentar los hechos. Hacer foco, contrastarlos. La actualidad en San Lorenzo es para seguir con lupa y no descuidarse un segundo.