El Ciclón finalizó su gira ante Independiente de Oliva, donde perdió 83-70 y el playout parece inevitable. El CASLA volverá a jugar como local el 2 de marzo ante Platense.
El equipo tomó la determinación de cambiar al técnico principal debido a los malos resultados. Sin embargo, el pentacampeón continúa sin encontrar el rumbo para conseguir la victoria. En esta gira, perdió los tres partidos que disputó: Atenas (último en la tabla de posiciones), Instituto (primero) e Independiente Oliva.
San Lorenzo saltó al juego con intención de cortar la mala racha y volver a Boedo con una victoria. Sin embargo los fallos (46% de efectividad) y las pérdidas (15) fueron causantes de una derrota que pareció ser anunciada.
El equipo luchó durante toda la primera mitad y si bien siempre corrió desde atrás, logró mantenerse cerca de Independiente. A pesar de eso, en el tercer cuarto hubo un quiebre los locales lograron sacar nueve de ventaja (66-57). A partir de ese momento, San Lorenzo sufrió más de lo que venía sufriendo y fue aplastado por 83-70.
Los de Boedo sufrieron su octava derrota al hilo y ahora tendrá tiempo para intentar enderezar el barco, ya que habrá un receso obligatorio por la participación de la Selección en las ventanas clasificatorias al mundial. Es por lo que, el CASLA volverá a jugar el dos de marzo en el Pando, ante Platense.
Foto de portada: Prensa Independiente (O)