San Lorenzo está fracturado por todos lados pero nadie sabe bien.

El único diagnóstico por imágenes al que se accede del club es lo que se puede ver en medios y, tras procesar un poco al emisor, está en uno creer o desconfiar. No van dos semanas que Moretti reapareció y ya hay una versión oficial de los hechos y la otra, para mí, real. Insostenible vivir escapando, imposible progresar. Después de la huida tipo Far West atrincherado en Las Casas, digna de ser contada por el Gordo Soriano, aparecieron un par de temitas más: el cuerpo técnico no quiere que viaje a Tucumán, la deuda con el plantel y el desplante en AFA. Tanto tiempo pierde Moretti en explicar situaciones apareciendo en los medios que no alcanza a ocuparse de lo que importa: el club. Cada uno luego valorará si cree que el tipo lo hace por el club o porque está amenazado por alguien o alguna situación. Ah y por supuesto el asunto del Fondo Suizo.
Pongamos luz al tema de #LaQuiebra pues. La notificación que llega a San Lorenzo lo que supone es que hay que avisar de qué manera se empezarán (o retomarán) las gestiones para encontrar un plan de pago y saldar esa deuda. Moretti, a tal fin, habría cambiado su equipo de abogados y, por todo lo del párrafo anterior, pretende patear el tema lo más lejos que pueda en el tiempo porque la realidad se lo devora como un pancho con lluvia de papas. Intervenciones, Ley de Salvataje Deportivo, concurso preventivo, órgano fiduciario y demás figuras pueden tallar en la cuestión. Racing, Talleres, Temperley y algunos ejemplos más que indican y nos hacen saber que de la noche a la mañana nadie va a colgar un cartel de “Clausurado” en alguna sede del Club Atlético San Lorenzo de Almagro.
El equipo juega el lunes y en una semana de 9 días que sigue transcurriendo entre la dolorosa derrota contra los sanjuaninos del viernes pasado, el club se rompió todavía un poco más. Parece mentira, pero es cierto. Y la verdad más grande, la futbolística, indica que el boleto a la Sudamericana está cada vez más en jaque.
