Una nueva derrota para el equipo de Damián Ayude frente a un limitado y necesitado San Martín de San Juan.
Tarde calurosa y llena de emociones distintas en el Bidegain, el enojo con Moretti y dirigentes, la alegría de volver a ver al ídolo máximo de la institución, y la emoción por el recuerdo de Miguel Ángel Russo. El comienzo del partido mostró, para sorpresa de muchos, un San Martín con la iniciativa presionando alto a un San Lorenzo que entró completamente desconectado del juego. Los jugadores de Ayude tardaban demasiado en tomar las decisiones y la gran mayoría de ellas eran erróneas o ejecutadas con impresiones. Esta dinámica se mantuvo durante la primera media hora de partido, donde el visitante parecía tener el gol al caer. Con el empuje de la gente y el cansancio del conjunto sanjuanino, el equipo despertó en el cierre de la primera mitad. En cinco minutos el Ciclón tuvo una ráfaga de situaciones de gol, todas desde el córner izquierdo. La más clara, un cabezazo que se estrelló en el travesaño y luego en el rebote el arquero visitante sacó la pelota justo en la línea de gol. Un primer tiempo de San Lorenzo que pareció tener dos equipos distintos, el de los primeros 35 minutos que no hacía pie, y el de los últimos 10 minutos que se llevó puesto al rival.
Mismo equipo para tratar de quedarse con los tres puntos. Tan solo a los 3 minutos del complemento, San Lorenzo ya volvía a tener una clara jugada de gol que empezó con Cerutti a la derecha y le quedó mano a mano a Tripichio que no definió bien y sigue sin poder levantar su nivel. Sin embargo, minutos más tarde, Altamirano y un error que denota su falta de confianza le dejó el gol en bandeja al delantero contrario que por alguna extraña razón no pudo darle de lleno y desperdició el regalo del arquero azulgrana. El encuentro se planchó y perdió ritmo, por eso Damian Ayude mandó a la cancha a Ladstatter en lugar de Reali. El pibe, que hace varios partidos pide titularidad a gritos, le cambió la cara al equipo y generó dos ocasiones de gol para Cuello, pero el equipo seguía desperdiciando estas jugadas claras. Otro cambio en San Lorenzo, Cerutti afuera y adentro Herazo que en la primera pelota que tocó aviso con un remate de 40 metros que despejó muy bien el arquero. Cuando el partido se jugaba en campo de San Martín, una falta absurda de Romaña le dio al visitante un peligroso tiro libre que derivó en el primer gol de la tarde. Al equipo le convierten desde la pelota parada nuevamente, un problema que parece no tener solución. Se sintió el golpe y no hubo reacción. Sin ideas y con centros inofensivos se fue diluyendo el partido, entre insultos a la dirigencia y banca para los pibes, fue victoria para el limitado San Martín de San Juan.
Harto de hablar de merecimientos, los goles HAY que hacerlos. San Lorenzo erró muchísimas chances claras de gol y se fue con las manos vacías. Lo único para destacar, la conexión entre Gulli y Ladstatter que tiene que darse desde el inicio. Un resultado acorde a lo que fue la semana institucional.