Me verás volver

Atento a sus manejos y espasmódicas apariciones, el licenciado Moretti advirtió que adelantaría su regreso a la gestión del club. 

No se entiende. Nunca se entiende. La contradicción es la norma. Marcelo Moretti volvió a la carga y disparó a la agenda CASLA, bastante agitada por la tristeza del presente, con dos balas: el mercado de pases y un proyecto de estadio. Recurrente lógica y receta del “vamos viendo”, tan dañino, tan pisoteado, tan frágil, canalla, vil e insostenible como modelo. No le creía al momento de la campaña y no lo hago ahora, máxime con la aberrante imagen del soborno, todos los acuerdos de poca monta y los errores no forzados. Entonces ya no sé para dónde decanta esto: Lopardo ya le tiró centros por elevación (lindos, nada de los populares Barros Schelotto), concretos. Misiles que decían MM. En fin… 

A una semana de volver a la competencia, siendo que en exactos 7 días la gente del Ciclón estará copando la cancha de Lanús para volver a enfrentar a Quilmes y ver el debut de Ayude, Moretti hace ruido y hace que las tiras radiales y de distintos formatos dirijan la mirada hacia Bajo Flores o Boedo. En este aspecto, el apellido del DT parece una paradoja, una señal o algo. Anoche el mensaje del hincha fue muy claro: Moretti nadie te necesita ni quiere. Ganó su oportunidad, sí. ¿La aprovechó? No, en absoluto. Mucho falso testimonio que se verificó en los hechos y omisiones. El caso Insúa es el peor Frankenstein: lo echa sin tener plan B. Yo le concedo la contratación de Russo, al arquero paraguayo y, si se quiere, la llegada de Atomik. Es todo. 

En mi opinión, Moretti no puede volver, aún cuando el estatuto lo habilite, hasta que, al menos, la justicia ordinaria dictamine y aclare la causa que lo tiene implicado. Y a ver si Tapia interviene o baja alguna línea desde AFA como, con total tino, la gente cantó anoche. Porque el biri biri de curar y sanar el fútbol local cansa sin acciones concretas. En paralelo, el proyecto Ayude de inferiores jugará una segunda final consecutiva en el certamen de Reserva y parece irreal cuando hace un puñado de meses se hacían colectas para desayunos de la pensión. La caja de Pandora de la gran, gran, familia azulgrana que en orden a lo dirigencial parece de apellido Corleone y en los gestos de la gente, Massa.