San Lorenzo mal acostumbrado a perder

El favorito, el que lleva la batuta, que tiene al presidente, el de la zona mas fácil. Todo eso se mencionó en el inicio de la Copa Diego Maradona, antes llamada Copa de la Liga Profesional. Todo eso se desmoronó, quedó en la nada, se fue con los empates y sobre todo con la derrota frente a Gimnasia. Difícil realizar un análisis del partido cuando lo que faltó de ambos lados fue fútbol. De todas formas, los partidos se ganan con goles y el Lobo hizo uno mas que Boedo. Suficiente. Lo más interesante del encuentro se dio cuando ambos convirtieron y se dieron cuenta que tenían que ganar. San Lorenzo con una localía desgastada, nunca fue dueño del partido, tal y como pasó con Talleres, en la otra derrota de local. Parece que nadie tomo nota de aquellos errores.

El desorden como premisa. Lamentablemente todo lo bueno, las medallas registradas en la primera fase de la zaga central hoy se diluyeron en cada ataque del visitante. Gattoni y Donatti perdieron la marca ante el avance de los delanteros Triperos y de la misma manera desconcertaban a Monetti. San Lorenzo no se halló en cancha, en su cancha. No obstante de la derrota del lunes, esta panorama, este pasaje de la calculadora en mano, no es reciente. Cuando se consulta y se escucha al técnico por las variantes, por  la vocación ofensiva, los esquemas de juego, las respuesta no rinde cuentas, no aclara y al día de hoy, por demás el panorama es oscuro.

Por otro lado, no podemos poner como excusa los contagios de coronavirus, porque de manual es lo primero que podemos escuchar de los protagonistas. El plantel es largo y ya desde que se volvió a la actividad, sabíamos que estas situaciones se podían presentar. Es prematuro para hablar de ciclos terminados y más considerando el amplio contrato de Soso. Habría que tener en consideración los modos, los estilos, no funcionaron y si se aspiraba a la Copa Libertadores, queda claro que este San Lorenzo pasaría papelones internacionales.

Sera (otra vez) momento para reflexionar, pero no solamente el entrenador, los jugadores deberán hacer un mea culpa importante. Un medio campo carente de marca e ideas que saquen el equipo adelante. Diego Rodríguez, hoy capitán del equipo, no estuvo a la altura de semejante privilegio, pero sin Coloccini en cancha ni Torrico, no había alternativas. Hoy el volante se fue expulsado. Tamaña irresponsabilidad pero es todo tan San Lorenzo que nos mal acostumbramos a esto. Ver perder el equipo una y otra vez. Vivir del recuerdo, festejar victorias Bauzistas, torneos lejanos. Eso es hoy CASLA. Caemos en la vitrina, en los historiales porque en la actualidad, lejana y cercana, no hay absolutamente nada dentro de la cancha y esto se refleja en el anhelo de nuevos pergaminos. ¿Qué nos queda? esperar. Pero el hincha sigue presente porque los colores pueden, se ilusionaron, nos ilusionamos en Tucumán, pero lamentablemente fue en vano. Es momento de que los elegidos empiecen a considerar al socio, al hincha y revean diferentes cuestiones que hacen de este San Lorenzo un club grande.