ARCO EN CERO, CICLÓN A CUARTOS

Otros intérpretes y una actitud de búsqueda diferente del conjunto de Insúa, en relación al partido del fin de semana. Las vueltas de Hernández y Barrios, la confirmación de Maroni y la aparición de Girotti en el 11 jugando alla Vombergar, apriori, le daban al equipo una fisionomía más seria, más confiable, más competitiva. San Lorenzo, previo un par de aproximaciones, abrió el marcador con un lindo gol de Girotti a los 10’: gran pelotazo de Elías a espaldas de los centrales, diagonal de derecha al centro del delantero y cabezazo goleador. El trámite se hizo áspero y con muchas infracciones; los nuestros, con el libreto estudiado y la diferencia a favor, situación ideal. Poco en los arcos hasta que Maroni metió un peligroso remate, a pase de Bareiro, que salió cerca y, en la siguiente, Girotti tuvo también un disparo de riesgo. Sin VAR, pero con público de ambos lados, cada situación confusa se hizo más aguda y protestada. Belgrano no supo entrar y probó con tiros de afuera; la más complicada no pasó a mayores pero fue un bochazo largo a espaldas de Campi que nadie llegó a conectar. Amén de esto, y con el antecedente reciente del 2-2, cada envío aéreo al área estuvo cargado de un suspenso mayor al habitual. 

Sánchez por Barrios, tocado, para arrancar la segunda parte y entonces Maroni quedó más suelto. Y así fue que pescó una entrega corta del Pirata en mitad de cancha, ganó en velocidad y quedó mano a mano con el arquero que ahogo la definición al bulto. Fue clarísima. Belgrano contestó y empezó a rodearle más la manzana a Batalla: dos de Schiappacasse y varios córners seguidos (el último de ese tramo del partido terminó dando en el travesaño) alertaron a Insúa y al capitán, que juntó a varios compañeros para despertar al equipo cuando faltaba media hora de juego. Farré probó profundizar el dominio con tres cambios juntos. Y Belgrano siguió cabeceando en el área de Augusto. El partido a San Lorenzo le quedó para contragolpear más por cómo empujaban los celestes que por elegirlo. Jara, reprobable ex, también cabeceó y casi mete el empate a la salida de un lateral. El Ciclón estuvo incómodo todo el complemento. A los 40’, Leguizamón, que había reemplazado a Girotti, metió un zurdazo furioso que el arquero mandó al córner con un atajadón. Y un par de minutos después hizo otra, para sacarle un buen cabezazo de pique al suelo a Bareiro. San Lorenzo pudo jugar más cerca del otro arco el final del partido y cerrar la clasificación. 

Durísimo rival Belgrano, pero San Lorenzo pasó a cuartos y se medirá con San Martín de San Juan. Una valla invicta más que valió el pase y un cheque. ¡Vamos Ciclón!